Hace mucho que no necesitaba volver a este lugar. ¿Recuerdan que este blog comenzó en 2011?, cuando la cámara era mi compañera inseparable. Han pasado muchas historias después de aquél click en el espejo, hacer foto me ha forjado una visión de lenguaje corporal/verbal/emocional. Examino, juzgo, observo, me pierdo, y a veces, regreso.
Las personas que he conocido en todo este tiempo me han llenado el corazón de distintas maneras, pero nadie ha comprendido por completo mi necesidad de hablar o escribir tanto. Me gusta contar historias, hacer un recuento de vida. Me gusta conectar con mi mente/cuerpo exterior e interior.
Todos tenemos distintas formas de expresar el constante temporal que nombramos vida. Yo, desde los 9 años elegí un diario, porque mi mente no permanece callada ni siquiera cuando duermo. Estamos en el año 2021, nos tocó vivir una pandemia. Queridas mujeres de mi vida, ustedes por fin son adolescentes, ahora podemos hablar de mal de amores, como el libro que les leí alguna vez en su infancia.
Van creciendo tan de prisa, que pronto estos renglones se llenarán de sus propias historias. Las quiero tanto como siempre.
Aquí la clásica foto en el espejo |